Warren Buffett quien para algunos es el mejor inversor del mundo, una vez dijo “El interés compuesto es como un tipo de magia». Incluso el gran genio Albert Einstein una vez afirmó que el interés compuesto es la fuerza más poderosa del universo.
Lo cierto es que, de acuerdo a qué tan bien entiendas y apliques este concepto, determinará el éxito en tus finanzas.
Y es que quizás no lo sepas, pero el interés compuesto es uno de los secretos mejor guardados para volverse millonario y retirarse sin preocupaciones. La mejor parte es que es tan sencillo que cuando te lo expliquemos te preguntarás “¿Cómo nadie me lo había dicho antes?”
Sin embargo, más allá de entender cómo funciona el interés compuesto, la clave es conocer las estrategias para aplicarlo en la vida real, y eso es lo que muchos no enseñan.
Quédate tranquilo, pues no necesitas ser un experto en finanzas, si alguna vez has realizado una transferencia bancaria o comprado algo por internet; ya podrás aplicar todo lo que te enseñaremos en este artículo.
Qué es el interés
Empecemos por lo básico, el interés es el precio del dinero. En otras palabras, es el porcentaje que alguien deberá pagar por tomar dinero prestado durante un tiempo determinado.
Es lo que sucede cuando dejas tu dinero en un plazo fijo, y luego de un tiempo el banco te paga un dinero adicional por haberle prestado ese dinero, esta cantidad corresponde a un pequeño porcentaje del capital que invertiste.
Ahora bien, existen dos tipos de interés: el interés simple y el interés compuesto.
Interés simple vs interés compuesto
El interés simple es el que todos conocemos y se caracteriza por lo siguiente:
- Los intereses siempre se calculan sobre la misma base, es decir, sobre el capital inicial.
- Los intereses generados en cada período siempre son los mismos.
Veámoslo con un ejemplo:
Imagina que inviertes 1000 dólares con una tasa de interés anual del 5%. Luego de un año obtendrás 50 dólares adicionales que corresponden a ese 5% de intereses. Ahora tu capital es de 1050 dólares. Como los intereses se calculan teniendo en cuenta el primer monto que depositaste, los 1000 dólares, al año siguiente obtendrás otros 50 dólares y así sucesivamente.
Pero una historia totalmente distinta ocurre cuando utilizamos el interés compuesto. Ya que con este tipo de interés:
- Los intereses se calculan en base al capital acumulado, el cual va aumentando a medida que pasa el tiempo
- En consecuencia, los intereses generados en cada período también aumentan
Tomemos el ejemplo anterior, en este caso el primer año transcurrirá igual que si hubiéramos invertido en interés simple, y finalizado el período obtendrás 50 dólares adicionales. Sin embargo, el segundo año, los intereses no se calcularán en base al capital inicial de 1000 dólares, si no en base al capital acumulado que ahora es de 1050 dólares. Entonces, en lugar de ganar 50 dólares, obtendrás 52,5 dólares.
Quizás no te parezca la gran cosa, pero cuando se trata del interés compuesto el tiempo es nuestro mejor aliado. Ya que mientras más tiempo pases sin extraer tus ganancias, mayores serán los intereses que obtengas de tu inversión.
Si dejaras el mismo monto de 1000 dólares por 30 años sin poner ni un centavo más, cuando finalice el período tendrías 4.321,94 dólares. Es decir que habrías recuperado los 1000 dólares iniciales y ganado 3.321,94 de ganancias sin hacer absolutamente nada. Y si además durante ese tiempo hubieras aportado solo 10 dólares extra al mes tus ganancias habrían aumentado exponencialmente terminando con 12.294,60 dólares.
Mientras que si hubieses invertido lo misma cantidad con interés simple habrías ganado apenas 2500 dólares.
Mira lo que sucede si en lugar de iniciar con 1000 dólares iniciamos con 10.000 dólares y cada mes invertimos 100 dólares con una tasa anual de tan sólo 5%. Al cabo de un año tendríamos 11.700 dólares. En 15 años tendríamos 46.683,56 mientras que 30 años después tendríamos 122.496,04 dólares.
Como vemos en la gráfica, las ganancias son exponenciales, por lo que cuanto más tiempo pase mejor.
Para calcular el interés compuesto utilizamos la siguiente fórmula: Capital final = C0 x (1+Ti) ^t
Es decir, el capital inicial por la tasa de interés anual más uno, elevado por la cantidad de años. O también puedes utilizar la calculadora de interés compuesto haciendo click aquí.
Y si 30 años te parecen mucho tiempo, no te desanimes. Existen formas de acelerar el proceso, las veremos al final del video, pero primero vamos a lo más importante.
Formas de ganar con el interés compuesto
Tienes que saber que el interés compuesto no es un sitio web o un tipo de acción bursátil. Más bien es algo que puedes aplicar a cualquier negocio. Te daremos algunos ejemplos:
Marketing de afiliados
Veamos el caso de Tomás. Hace unos años comenzó a vender indumentaria por internet a través de links de afiliados. Para que más personas hicieran click en sus enlaces, creó una página web y comenzó a invertir en publicidad. Descubrió que por cada 10 dólares que invertía en publicidad generaba una venta de al menos 15 dólares o más.
Entonces decidió aplicar la fórmula del interés compuesto reinvirtiendo el dinero que ganaba luego de las ventas. Siguió reinvirtiendo y a medida que gastaba más en publicidad sus ingresos aumentaban.
Acciones
Otra forma es comprar activos financieros y esperar a que estos se revaloricen o paguen dividendos. Te lo explicamos más a detalle:
Cuando compras acciones, lo que compras es una fracción de una empresa. Como es sabido, estos activos generan dos fuentes de ingresos: una proveniente de la revalorización, que sucede cuando la empresa tiene buenos rendimientos y el valor de sus acciones aumenta; y la otra por la distribución de dividendos.
Esta última es el pago que algunas empresas hacen a sus accionistas, las ganancias de la empresa que no se destinen a crecimiento o desarrollo de la compañía, se distribuyen entre los accionistas; y a cada uno le corresponde una parte dependiendo de cuantas acciones tenga.
¿Cómo se relaciona con el interés compuesto? Fácil, todo lo que tienes que hacer es, cuando la empresa pague dividendos, en lugar de retirarlos, reinvertirlos en más acciones de la empresa. De esta forma, los próximos dividendos que cobres serán mayores gracias a que tienes más acciones de la empresa.
ETF’s
Si no quieres pasar tiempo vendiendo productos online o buscando buenas empresas que paguen dividendos, esta es la mejor opción para ti.
Los ETF’s funcionan como acciones, puedes comprarlos y venderlos. Solo que, cuando adquieres un ETF no estás comprando una parte una empresa, sino partes minúsculas de muchas empresas.
Para aprovechar el interés compuesto todo lo que tienes que hacer es no retirar tus beneficios.
Imagina que inviertes 1000 dólares en un ETF que históricamente ofrece un rendimiento del 8% anual. Al finalizar el plazo tendrás 1080 dólares, tranquilamente podrías retirar esos 80 dólares de ganancias, pero si no lo haces y dejas actuar al interés compuesto, el año siguiente tendrás 1.166,4.
Como estas hay muchas opciones con distinto grado de rentabilidad, todo lo que tienes que hacer es evaluar cuál es la mejor opción para ti. Esto nos lleva al siguiente punto.
Cómo obtener resultados en menos tiempo
Cuando hablamos de invertir, muchos están dispuestos a hacerlo, pero son pocos los que se quedan a esperar los resultados. La magia del interés compuesto no funciona de la noche a la mañana. Sin embargo, ya sea que quieras retirarte joven, vivir más tranquilo o darte algunos lujos, existen formas de obtener mayores resultados en menos tiempo. Y esto es aumentando la rentabilidad de tus inversiones.
Existen 3 formas de hacerlo:
- Aumentar el capital inicial: Si comienzas invirtiendo una cantidad mayor verás los resultados más rápido.
- Aumenta los aportes: además de no retirar los beneficios para que se reinviertan, también puedes agregar pequeñas aportaciones mensuales. Por pequeñas que parezcan, al largo plazo hacen una gran diferencia.
- Aumentar la rentabilidad de tus inversiones: como mencionamos anteriormente hay distintas formas de aprovechar el interés compuesto, pero hay algunas que ofrecen mayor rentabilidad que otras.
Por ejemplo, si bien los ETF’s son una forma sencilla y segura de invertir tu dinero, no brindan intereses tan elevados como invirtiendo en acciones particulares. Claro que para invertir en acciones tienes que conocer de análisis fundamental y los riesgos son más elevados.
Como ya habrás escuchado, a mayor riesgo más rentabilidad. Pero solo es cuestión de evaluar las opciones del mercado, lo que puedes hacer es combinar inversiones de bajo riesgo como los ETFA y al mismo tiempo invertir una cantidad más pequeña en activos de mayor riesgo como las acciones. De esta forma aumentarás tus intereses.
¿Ahora que conoces la magia del interés compuesto, te animas a invertir tu dinero? Háznoslo saber en los comentarios.
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