Cómo Crear Riqueza Utilizando DEUDAS

¿Hacerte rico con deudas? Suena imposible.

La palabra “deuda” siempre está acompañada de malas noticias, a menudo escuchamos frases como: “la economía va mal porque el país contrajo una deuda millonaria” o “estoy estresado porque no puedo pagar mis deudas”

Rara vez nos encontramos con alguien que diga “acabo de generar una increíble rentabilidad con deudas”. Pero la verdad es que, aunque no lo creas, esto es realmente posible y los millonarios lo hacen con frecuencia.

Compañías, inversores e incluso países, hacen negocios rentables a partir de la adquisición de deuda buena. “¿Deuda buena?” te estarás preguntando.

Existen 2 tipos de deuda, buena y mala, una te hace ganar dinero, mientras que la otra te hace perderlo.

En este artículo te enseñaré una fórmula que te ayudará a emplear la deuda buena para obtener beneficios financieros.

Deuda Buena VS Deuda Mala

Para entender que es la deuda mala veamos el caso de Pedro. Cansado de llegar tarde a todos lados por los inconvenientes del transporte público, decidió que era hora de comprarse un auto.

No tenía dinero suficiente para adquirirlo, pero no podía esperar, así que solicitó un crédito en el banco. Claro que el crédito tenía tasas de interés altas por lo que ahora Pedro no solo tiene que pagar los gastos del auto como seguro y gasolina, sino que también se le suman las cuotas del crédito que debe pagar cada mes. Pedro solicitó un préstamo de 10.000 dólares, pero debido a los intereses si paga sus cuotas a tiempo terminará desembolsando 12.000 dólares.

Este es un ejemplo de deuda mala, ya que en este caso la deuda solo genera beneficios para el banco y ninguno para Pedro. Pedro se ha vuelto un activo del banco.

La deuda mala se caracteriza porque se adquiere por falta de control y disciplina. Como cuando vas por la calle y de repente ves una prenda de ropa que te gusta, pero todavía no puedes comprarla, entonces te gana la ansiedad y sacas tu tarjeta de crédito.

Esas pequeñas compras impulsivas son las que llevan a las personas a adquirir deuda mala.

Y las tarjetas de crédito son la principal razón por la que las personas tienen deudas. Por un lado, porque, al no ver físicamente el dinero que sale, es más difícil dimensionar la magnitud de los gastos, y de este modo, la tarjeta pasa a ser este cartoncito mágico que permite conseguir cosas.

Pero toda la magia termina cuando llega la fecha de pago, porque algo que muchos desconocen es que las tarjetas de crédito funcionan con un sistema de interés compuesto. Lo explicamos de forma sencilla: esto quiere decir que te prestan el dinero para que tú lo devuelvas de acuerdo a una determinada tasa de interés. No tienes una cuota fija, pero sí un mínimo.

El problema es que cuando pagas solo el mínimo, la entidad emisora de la tarjeta va agregando altísimos intereses a tu deuda, haciendo que sea más difícil saldarla. Por ejemplo: digamos que has comprado unos jeans a 50 dólares y el interés de tu tarjeta es del 25%. El mínimo que debes pagar son 15 dólares. El primer mes como tienes gastos decides pagar el mínimo pensando que tu deuda se reducirá a 35 dólares, pero al pagar el mínimo se te han sumado 25% de intereses por lo que en realidad debes 47 dólares. Si vuelves a pagar el mínimo el próximo mes, sucederá lo mismo y tu deuda se prolongará mucho más de lo esperado.

Por esto las tarjetas de crédito son máquinas generadoras de mala deuda.

Otra forma de identificar la deuda mala, es cuando el plazo de pago de la deuda es más largo que la vida útil del producto. Como hacer las compras del súper con la tarjeta y estar pagando hoy los víveres que consumiste hace 3 meses.

En resumen, la deuda mala es aquella que:

  • Se genera por compras impulsivas y que sacrifica tu libertad financiera
  • Produce beneficios solo para la entidad que concede el crédito
  • Supera la vida útil del producto

Ahora veamos qué tiene de diferente la deuda buena y como puedes usarla. La verdad es que, en términos de su funcionamiento, no tiene nada especial, ni es una deuda con menos intereses ni de una entidad financiera particular. Pero la deuda se convierte en “deuda buena” según el uso que se le dé a ese dinero.

Este tipo de deuda no te hace perder dinero ni te convierte en un activo para el banco. Con la deuda buena todo el mundo gana. Por ejemplo, si pides un crédito para comprarte un auto que luego piensas rentar, o que utilizarás para hacer repartos, entonces es deuda buena, ya que con esta estará ingresando dinero a tu bolsillo y con esas ganancias pagarás la cuota de dicho préstamo.

De hecho, esta deuda es utilizada por los ricos, quienes al contrario de lo que uno podría imaginar, suelen tener mucha deuda.

Pero ¿Cómo lo hacen? Pues a través de la técnica del apalancamiento. En sí el apalancamiento no es más que el uso del endeudamiento para financiar cualquier actividad que pueda generar más dinero. Claro, para tener éxito será clave evaluar la rentabilidad y el riesgo de nuestras inversiones para poder solventar la deuda y generar ganancias.

Te lo enseñamos con un ejemplo:

Imagina que planeas iniciar un negocio, tienes en tu cuenta 30.000 dólares que has ahorrado y el local cuesta 30.000 dólares. Según tus cálculos una vez que instales tu negocio, puedes generar 210 dólares al mes. Si pones todo el dinero de contado, habrás invertido 30.000 dólares y al cabo de un año tendrás 2520 dólares, es decir una rentabilidad del 8.4%.

Ahora bien, si en lugar de poner todo el dinero de contado, inviertes solo 6000 y sacas un crédito por los otros 24.000. El crédito lo sacas a 30 años y debes pagar una cuota de 114 dólares al mes con los intereses. Entonces cada mes quedarán 96 netos para ti. Al final del año habrás obtenido 1152, pero de tu bolsillo únicamente habrás invertido 6000 por lo que tu rentabilidad será del 19,2%.

Tu instinto te estará diciendo, “pero si pago todo de contado, gano más y tengo menos deudas”. Sin embargo, cuando hacemos el balance anual notamos que, si pagas al contado, a fin de año tendrías solo 2520 dólares en la cuenta mientras que si utilizas el apalancamiento finalizarías con 25.152 con los que puedes pagar la deuda o invertir en otros activos.

Lo mismo aplica en los bienes raíces. Supongamos que adquieres un apartamento valuado en 100.000 dólares, para el que realizas un pago inicial de 30.000 dólares y los restantes 70.000 los financias con un préstamo a 20 años, con un interés del 30%. Es decir que deberás pagar 91.000 dólares de ese préstamo y la cuota será de 379 dólares.

Puedes alquilar ese apartamento y con el dinero que percibes cada mes de tu arrendatario pagas la cuota del préstamo. De esta manera al cabo de unos años tendrás ese apartamento, por quien el arrendatario ha pagado el préstamo y tú, tan sólo 30.000 dólares. A eso se le llama apalancamiento.

Si vas a endeudarte procura que sea con deuda buena y lo ideal es que antes de hacer una inversión analices el riesgo y la rentabilidad para asegurar el mejor resultado posible.

Para ver más ideas de negocios rentables haz click aquí.

Deja un comentario